El COVID–19 no acaba una vez que los enfermos graves salen del hospital. Es posible que su recuperación sea muy larga y esté acompañada de un síndrome que provoca cansancio intenso y fatiga

El Síndrome de fatiga crónica (SFC) es una enfermedad crónica que se caracteriza por fatiga intensa que dura más de seis meses, acompañada por otros síntomas relacionados, como astenia y fatiga fácil que no se alivian con el descanso. Los síntomas de SFC varían mucho entre una persona y otra, y pueden ser graves o leves.

Síndrome de fatiga crónica, un agotamiento que no se va

Según Alison Pittard, decana de la Facultad de Medicina de Cuidados Intensivos de Reino Unido en entrevista para BBC, la recuperación de un paciente que necesitó cuidados intensivos para vencer al nuevo coronavirus puede alargarse de 12 y hasta 18 meses.

síndrome de fatiga crónica

Sin contar los posibles daños en el sistema respiratorio o secuelas del virus en el organismo, los pacientes que vuelven a casa después de ser hospitalizados –e incluso quienes se mantuvieron en casa con síntomas fuertes– pueden enfrentar problemas físicos como la pérdida de masa muscular, falta de aliento y una debilidad que se prolonga por meses.

Cansancio extremo ante el mínimo esfuerzo

Este conjunto de síntomas pueden dar lugar al síndrome de fatiga crónica, definida por la Biblioteca Nacional de Salud de los EEUU como “una enfermedad grave y de larga duración que afecta a muchos sistemas del cuerpo”.

Los principales síntomas del síndrome fatiga crónica son la sensación de agotamiento permanente que no mejora con el descanso ni el sueño, problemas para pensar y concentrarse, dificultad para conciliar el sueño y mareos y dolor por todo el cuerpo. 

síndrome de fatiga crónica

Algunos sobrevivientes de COVID-19 que han pasado por terapia intensiva han informado de un malestar crónico después del esfuerzo como el síntoma más común del síndrome de fatiga crónica. Este malestar puede manifestarse incluso en actividades que requieren un mínimo esfuerzo, como sentirse agotado al tomar un vaso de agua o no poder tomar el teléfono y llamar debido a la fatiga causada por esta acción.

Diagnostico del Síndrome de Fatiga Crónica

La dificultad para diagnosticar el síndrome de fatiga crónica se debe a que aún se conoce muy poco de esta enfermedad y por lo tanto, el tratamiento se enfoca únicamente a mejorar los síntomas como el dolor y el cansancio extremo.

Una de las principales hipótesis del origen de este síndrome es que aparece con más frecuencia después de una infección viral; sin embargo, la forma en que afecta a las emociones y la salud mental y su relación con otras enfermedades (como el síndrome de estrés postraumático) han sido poco estudiadas por los especialistas en cuestión.

Si te recuperaste de COVID–19 y manifiestas alguno de estos síntomas, no dudes en buscar orientación médica y describir cómo te sientes con precisión para recibir el tratamiento más adecuado.

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