Se trata de una pregunta muy común, pero que no se hace en el consultorio por vergüenza

El infarto se presenta cuando un coágulo, generalmente de grasa se coloca en una de las arterias coronarias, obstruyendo el flujo sanguíneo y la oxigenación en la sangre. Puede ocurrir en diferentes situaciones, incluyendo cuando se tiene sexo.

Recuperarse de un ataque es un proceso largo y complicado, pero cuando se tiene el control sobre el cuerpo, existen algunas dudas que por pena y vergüenza no se hacen con el doctor, preguntas como: “¿en qué momento podré recuperar mi actividad sexual”, o bien, “¿ mi estado físico me lo permite sin arriesgarme a otro infarto?”.

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Primero la rehabilitación del corazón

Antes de preocuparse por el sexo, lo principal a enfocarse es recuperar la salud del corazón, ya que cualquier actividad física intensa requiere de un corazón fuerte. De acuerdo con la Fundación Española del Corazón el proceso de rehabilitación se divide en tres fases.

  • Primera fase: el tiempo que el paciente permanece en el hospital.
  • Segunda fase: comienza tras recibir el alta y es cuando el paciente se integra activamente en un programa multidisciplinar que incluye “entrenamiento físico supervisado, actuaciones psicológicas, consejos sobre alimentación, control de factores de riesgo, programa educativo y optimización del tratamiento farmacológico”, detallan.
  • Tercera fase: comienza con el alta de la anterior pero no termina, ya que el paciente deberá continuar practicando durante el resto de su vida todas las recomendaciones que ha recibido, entre ellas, no fumar, hacer ejercicio y llevar una dieta adecuada.

El corazón y el sexo

Una investigación realizada por el Hospital Ramón y Cajal de Madrid en pacientes con mediciones centradas en la carga energética que produce un coito se llevaron a cabo en pacientes con infarto no complicado de diez días de evolución a los que se implantó un aparato de medición especializado de 24 horas.

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Se encontró que una vez terminada la rehabilitación es importante entender que el esfuerzo cardiovascular que requiere el sexo es equivalente a actividades cotidianas, como subir dos pisos de escaleras.

Sin embargo, las relaciones sexuales con una pareja no habitual pueden aumentar de manera considerable la carga emocional y consecuentemente la energética, lo que puede elevar la presión arterial, la frecuencia cardiaca y por tanto, el consumo miocárdico de oxígeno.

Otras consecuencias del infarto

Los ataques cardíacos también pueden traer consigo otras problemáticas como problemas de erección en los hombres y frigidez en las mujeres, lo que los pueden llevar a buscar alternativas medicinales como el uso del viagra, sin embargo, la carga psicológica del infarto los puede llevar a tener problemas de depresión e inseguridad.

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Para evitar estas problemáticas y tener un tratamiento correcto para poder seguir con una vida sexual activa es hablar con el cardiólogo, la Asociación Americana del Corazón afirma que no hay que ser tímidos a la hora de entablar una conversación con el médico sobre la enfermedad cardiaca y la vida sexual.

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Además de una conversación con la pareja sexual donde el cariño y la comprensión pueden ser los mejores afrodisíacos y poder llevar a cabo la actividad con toda la confianza y seguridad.