Señales de que tu familia es tóxica y no está mal alejarte de ellos

Una familia tóxica se caracteriza por generar dolor y problemas psicológicos a sus miembros. Las peleas y discusiones suelen ser normales en algunas situaciones, sin embargo cuando empiezas a sentir que ya no respetan tu individualidad es momento de poner un alto.

Señales de que tienes una familia tóxica

1. No tienen empatía y siempre anteponen sus necesidades. No se preocupan por la manera en que su comportamiento afecta a los demás.

2. No expresan respeto. La cortesía y amabilidad no existe para ellos.

3. Exageran sus emociones. Viven en una telenovela, en donde el protagonismo es el drama, cualquier reacción la exageran.

4. Quieren controlar todo lo que haces. Se sienten con el poder de decirte qué hacer, cuándo y cómo. Sin importar si tú lo quieres hacer. Utilizan el sentimiento de culpa y dinero para mantener ese control.

5. Son agresivos. Ante la mínima situación, reaccionan con gritos y golpes. Utilizan el sarcasmo para hacerte sentir mal.

6. La manipulación es su fuerte. Se victimizan o te culpan para obtener lo que quieren de ti.

7. Buscan avergonzarte frente a los demás. Hacen bromas racistas, se pelean, o utilizan el sarcasmo para hacerte quedar mal.

8. Se burlan de ti, te ponen apodos, se empeñan de destacar tus defectos y les encanta hablarte sobre temas que te duelen (la ruptura con tu ex, por ejemplo).

9. Se entrometen en tus cosas personales. Desbloquean tu celular sin consentimiento, revisan tus mensajes, esculcan tus cajones y participan en tus conversaciones privadas sin autorización.

10. Son competitivos. Todo el tiempo quieren demostrar que son mejores que tú. Cuando les platicas un logro, no pueden esperar para decirte “yo también”.

Todas las familias tienen problemas, pero cuando estar cerca de ellos te genera inestabilidad emocional o ansiedad, es momento de alejarte. Y no está mal.

Si constantemente se presentan las señales anteriores, no te sientas culpable por alejarte de ellos. No se trata de ser egoísta, simplemente es amor propio.

Aceptar que estás en una familia tóxica, te dará tranquilidad. Dejarás de sentirte culpable por no cumplir todas sus expectativas o caprichos. Empezarás a preocuparte por hacer y lograr lo que tú quieres.

En pocas palabras, serás más feliz.

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