No es fácil perdonar una infidelidad, traición o humillación, pero el perdón tiene la capacidad de sanar y aminora el resentimiento y permite dejar de lado la tristeza.

Perdonar una infidelidad, ofensa, humillación, traición o cualquier otra situación que no te permite avanzar es una acción que no solo libera a la persona que cometió un error para contigo, sino que modifica la perspectiva de tu historia y libera tu dolor.

¿Se puede perdonar?

  Aprender a perdonar tiene muchas ventajas en tu ser.

Cuando alguien te hiere o humilla te estancas en ese error y muchas veces buscas vengarte por el sentimiento de rencor que queda en tu interior. Y es entonces que las emociones toman un ritmo inesperado ocasionado por los daños causados. Puede ser que pase mucho tiempo para poder encontrar aquel vínculo roto en el que se esconde cierto tipo de dolor emocional. Heridas que afectan tu capacidad de dar y de avanzar. Sin embargo aprender a perdonar tiene muchas ventajas.

Porqué perdonar

Identifica qué sigues “cargando” y si vives aún con “cicatrices” de tu pasado. Te sorprenderá conocer cuántas de esas emociones negativas te siguen desgastando, empobreciendo y paralizando emocionalmente de forma irracional. Aferrarte a esta actitud te afecta y se vuelve una forma de vida.

Vivir resentidos nos coloca en un estado mental en donde existen reacciones y quejas persistentes con enfado, amargura y hostilidad al recordar las ofensas que sentimos.

Al intentar reparar el daño se adopta una postura activa o pasiva con intención de “desquite”. Y en muchos casos, se alimenta el deseo de venganza por lo sufrido, lo que deteriora tu capacidad de éxito, felicidad y libertad.

Gestionando el Perdón

El perdón es la acción, en el mejor de los casos, para logra alcanzar que la memoria del rencor se mude en memoria del dolor

“Click”: llega ese momento en donde te das cuenta de ese lazo perdido o herida de tu pasado. Cuesta elaborarlo pero también te permite transformarte, viviendo el pasado como experiencia constructiva, más que como algo “pesado” que te hunde.

Para el psicoanalista Kancyper: “El perdón es la acción, en el mejor de los casos, para logra alcanzar que la memoria del rencor se mude en memoria del dolor”.

Recordar lo que no recordábamos nos permite liberar el dolor, construir nuevas maneras de relacionarnos, vivir las experiencias con una mejor comprensión y capacidad de cambio, continuando hacia adelante sin olvidar lo vivido, para prevenir repetirlo.

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Otorgar el perdón

“Perdonar a alguien es una decisión, no un sentimiento, porque cuando perdonamos no sentimos más la ofensa, no sentimos más rencor. Perdona, que perdonando tendrás en paz tu alma y la tendrá el que te ofendió.” (Madre Teresa de Calcuta)

Al otorgar perdón, sentimos alivio; algo sana y nos empodera de nuevo de forma diferente, con lo cual se aminora el resentimiento y recobramos una alegría inexplicable.

Las palabras de perdón nos hacen tener un ímpetu que acelera esa pausa en la que nos sentíamos afectados. Y modifica la tristeza que en ocasiones se siente al recordar.

Pedir ayuda profesional psicológica también podrá beneficiarte mucho ante estas emociones dolorosas e intensas. Atrévete a perdonar, modifica la perspectiva de tu historia y libera tu dolor.

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