Los infartos representan casi un tercio de las muertes cada año y los humanos somos los únicos animales que los sufren

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) las enfermedades cardiovasculares se han convertido en un problema de salud pública a nivel mundial y son la principal causa de defunción en todo el mundo. Cada año mueren más personas por alguna de estas enfermedades (especialmente por infartos) que por cualquier otra causa.

Representan casi un tercio de las muertes cada año (17,9 millones), y se espera que esa cifra alcance los 23 millones para 2030. En la mayoría de los casos, la causa es la aterosclerosis, la obstrucción de las arterias con depósitos de grasa que reducen el flujo sanguíneo a los órganos vitales.

Sin embargo, esta condición es característica solamente de los seres humanos, ningún otro animal sufre de esta condición, ¿Por qué?

Genes y seres humanos

Un nuevo estudio de la Universidad de California dio como resultado el descubrimiento de una mutación genética que nos ha hecho vulnerables a tener ataques cardíacos.

El experimento se dedicó a comprobar si el estilo sedentario, con una dieta alta en grasas y colesterol eran los únicos factores de riesgo para sufrir un infarto y de esta forma se analizaron chimpancés y otros mamíferos en cautiverio sin lograr un resultado significativo al respecto. Los chimpancés registraron ataques cardíacos poco frecuentes y no fueron causados por aterosclerosis.

Esto llevó a los investigadores a enfatizar que los animales solo sufren de la enfermedad cardiovascular si han sido modificados genéticamente para funcionar de manera similar a los humanos, o alimentados con cantidades no naturales de colesterol con fines científicos.

Carne roja, riesgo potencial

Los investigadores señalan que existen varios factores de riesgo que aumentan las posibilidades enfermedades cardiovasculares en los seres humanos e incluyen la falta de actividad física, colesterol alto, la edad, diabetes, obesidad, tabaquismo y consumo de carnes rojas.

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Sin embargo, en aproximadamente el 15% de los casos que ocurren por primera vez, estos factores no están presentes.

«Esto puede ayudar a explicar por qué incluso los vegetarianos sin ningún factor de riesgo cardiovascular obvio son aún muy propensos a sufrir ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares», explicó el Dr. Ajit Varki, miembro de la investigación y especializado en medicina celular y molecular.

Sin embargo, la carne roja causa una reacción en los genes modificados en nuestro cuerpo, lo que desencadena una respuesta inmune de los anticuerpos, que puede conducir a una inflamación crónica llamada xenosialitis. Los investigadores asociaron esa inflamación con un mayor riesgo de cáncer y de enfermedad cardiovascular.

Aunque esta investigación puede abrir la puerta a nuevos y mejores tratamientos para los pacientes con riesgo a sufrir un ataque cardíaco, la mejor ruta es la prevención, comer saludablemente, disminuir el consumo de tabaco y alcohol y sobre todo tener un estilo de vida activo y realizar ejercicio regularmente.

Referencia: BBC Mundo