¿Sabías que la pereza no es tan mala como parece y puede hacer que tu cerebro actúe más rápido?

Muchas veces se considera que la pereza es sinónimo de improductividad, ya que se entiende como una aversión o indisposición a esforzarse, y es causa de que muchas personas se sientan culpables por este comportamiento. Sin embargo, nunca se habla de los beneficios de esta actitud.

La pereza, ¿sinónimo de sedentarismo?

La pereza, mejor conocida como la ley del mínimo esfuerzo, es un proceso natural evolutivo de la especie humana

La pereza, mejor conocida como la ley del mínimo esfuerzo, es un proceso natural evolutivo de la especie humana, que se conoce desde antes que se descubriera la agricultura y la comida. Este fenómeno se dio como resultado de la costumbre personal de descansar para ahorrar energía y evitar comer demasiado. En la actualidad también se le puede conocer como sedentarismo.

«La gente perezosa merece más crédito. Encontramos el camino más eficiente al objetivo, y no vamos a perder el tiempo tomando el camino complicado», dice Lucy Gransbury, actriz y escritora australiana, quien argumenta que la pereza no es tan mala como parece.

La productividad de la pereza

La pereza es considerada como un comportamiento negativo. Sin embargo este pensamiento puede cambiar como un atributo positivo: en realidad la ley del mínimo esfuerzo ayuda a las personas a priorizar las tareas, ser más eficientes con su energía y encontrar la manera de hacer más rápido un trabajo de una sola vez.

te lleva a buscar atajos y soluciones creativas para hacer una tarea con el mínimo esfuerzo.

El mismo Bill Gates lo dijo que él contrataría a una persona perezosa para hacer un trabajo duro, ya que esa persona encontraría la manera de hacerlo más fácilmente. Y la ciencia lo confirma… Un estudio por parte de Masud Husain en la Universidad de Oxford encontró que ser perezoso podría hacer que el cerebro trabaje más.

La ciencia de la pereza

La pereza es una manifestación de la inteligencia natural del ser humano

La pereza es una manifestación de la inteligencia natural del ser humano, afirma Peter Taylor en The Lazy Project Manager. Y es que la actividad cerebral quema azúcar, el combustible necesario para poder actuar, lo que representa un trabajo más difícil que el realizado por el cerebro de las personas motivadas.

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Es muy importante resaltar que la pereza no debe dar pie al sedentarismo, dado que puede enfermar al cuerpo con males como obesidad, diabetes o problemas cardiovasculares, especialmente si se mezcla con una mala dieta, alcoholismo y tabaquismo. Es por ello que es prioridad buscar actividades físicas que sean de interés para las personas a fin de combatir estos padecimientos.

Al hablar de pereza no se trata de aquella que te lleva a estar todo el día tirado en el sofá viendo la televisión, sino de la que te lleva a buscar atajos y soluciones creativas para hacer una tarea con el mínimo esfuerzo. ¡Vas!

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