Todo el mundo habla de los beneficios del agua, pero ¿cuál es la forma más inteligente de hidratarte y por qué no deberías beber agua en exceso aunque lo escuches todo el tiempo?

¿Qué tanto sabes sobre los efectos del agua en tu organismo? ¿Cuánta es la cantidad idónea para beber al día y cómo te ayuda a bajar de peso? Piénsalo dos veces después de conocer algunos de los mitos más comunes sobre su consumo y su relación con tu salud:

Agua del grifo, mejor que la embotellada

México es el país que consume más agua embotellada en todo el mundo. No sólo lo hacen las personas que viven en el país, también es una recomendación común entre los extranjeros que visitan nuestro país; sin embargo, es probable que el agua de la llave sea igual e incluso de mejor calidad que la embotellada.

Aunque su calidad varía según la zona del país, lo cierto es que los estándares son más altos para regular el sistema de agua público que las pruebas por las que pasa el agua embotellada. Un filtro conectado al grifo te asegura beber este líquido libre de contaminantes.

El agua no adelgaza por sí misma

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Aunque un sinfín de comerciales aseguran que beber agua ayudar a “eliminar naturalmente” todo lo que tu cuerpo no necesita, lo cierto es que no existe proceso alguno en el que el agua intervenga directamente para reducir la grasa corporal.

En realidad, el mayor beneficio de beberla durante el día es que evitas consumir bebidas con un número más alto de calorías. Además, mantenerte bien hidratado ayuda a mantener la saciedad por más tiempo y evita confundir la sed con el hambre.

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Tomar mucha no te ayuda a eliminar toxinas

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Los riñones se encargan de filtrar las toxinas y eliminarlas a través de la orina. De ahí que la lógica popular asegure que tomar una cantidad extra de agua al día ayudará a optimizar el funcionamiento de estos órganos para deshacerse más rápidamente de las toxinas, pero esto no es del todo correcto: distintos estudios han confirmado que tomar en exceso puede obstruir con la función óptima de los riñones y por lo tanto, lo mejor es consumirla únicamente al sentir sed.

No necesitas consumir 2 litros diarios

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Aunque distintas campañas publicitarias y de salud aseguran que beber por lo menos 2 litros de agua al día es una receta ideal para mantenerse sano, lo cierto es que se trata de una cantidad imprecisa.

El volumen de agua que requiere tu organismo día tras día depende de factores como la actividad que realizas, la temperatura ambiente, tu peso, edad y hasta las enfermedades que padeces. Además, este líquido también está disponible en los distintos alimentos que consumimos, por lo que sujetarse a beber 2 litros como una regla inamovible es un error.

Beber mucha agua no mejorará la apariencia de tu piel

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Si bien el agua es comúnmente concebida como una fuente de pureza capaz de barrer con cualquier imperfección, cuando se trata de la piel basta con estar bien hidratados, pero beberla en exceso esperando la desaparición de puntos negros, espinillas o cualquier otro problema cutáneo es un error.

Al contrario: un exceso de agua en las células que forman la piel puede provocar hinchazón y traer complicaciones en lugar de mejorar tu dermis. Lo mejor es acudir al dermatólogo ante cualquier problema.

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