Hacer una pausa en tu vida para pensar en tus historias de pasión, resulta una experiencia que brinda mucha información de quién eres realmente y lo que buscas para tu vida.

Y tú, ¿cuántas historias de pasión has vivido?

Todos hemos tenido en algún momento de nuestras vidas una historia de pasión que contar. Un afecto profundo por alguien, de gran intensidad, que te envuelve y a veces te saca de control, al punto de llevarte a realizar acciones, expresar o pensar lo que nunca esperabas.

En una charla con amigos, con tu pareja, en las redes sociales, en todas partes, existen narraciones que son mosaico de  historias de pasión.

Este estado de nuestra mente se expresa con una mayor duración, intensidad y profundidad respecto a otras emociones o afectos, marca grandes contrastes y pude ayudar a  hacer la vida más llevadera… o más irracional. Es tan sorpresivo y fuera de lo acostumbrado, que activa tu adrenalina y te revitaliza por un tiempo y te mueve hacia un objetivo.

¿Qué despierta tus pasiones?

Cada persona desea de manera única (a veces resulta complicado explicarlo), tener claridad sobre qué es lo que le resulta deseable hasta el momento en lo que siente con intensidad. Reconocerlo y elaborarlo permite conocerte a ti misma todavía más.

Es cierto que a lo largo de tu vida has desarrollado un gusto estético central. Lo interesante es ubicar lo que a ti te mueve y es un motor para tus pasiones, a veces no es tan sencillo, ¿lo ubicas?

Para el filósofo Immanuel Kant, “Las diferentes sensaciones de contento o disgusto descansan, no tanto sobre la condición de las cosas externas que las suscitan, como sobre la sensibilidad peculiar a cada hombre para ser grata e ingratamente impresionado por ellas. De ahí proviene que algunos sientan placer con lo que a otros produce asco; de ahí la enamorada pasión, que es un enigma a menudo para los demás y la viva repugnancia sentida por éste hacía lo que para aquél deja completamente indiferente..”

Queda muy claro que hablar de pasiones es complejo y es cuestión de gustos tan diversos.

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¿Qué historias de pasión te han dado felicidad?

Registra en este momento qué ha despertado la pasión en ti. Ya sea de forma favorable hacia tu crecimiento personal, como podría suceder con la pasión hacia tu pareja, con el deporte, la música, las artes e intereses que han sido significativos en tu vida. O también del encaprichamiento que has tenido con alguna persona o alguna idea, el poder o la fama, por ejemplo.

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Identifica tu pasiones

  • ¿Cuáles de estas pasiones que has vivido han estado de cerca de una realidad que es realizable o alcanzable? Y que por lo tanto, ¿te pueden llevar a ser feliz?
  • También ubica las pasiones que no te han llevado a ningún punto de crecimiento personal o que te hayan dejado una gran satisfacción y que podrían ser hasta adictivas.

“Es el deber del alma ser leal a sus propios deseos. Ésta debe abandonarse a sí misma en su mayor pasión”. (Rebecca West)

Detenerte a pensar en tus historias apasionadas resulta una experiencia que brinda mucha información de quién eres y qué buscas para tu vida. Como se dice: “Cada persona es un mundo”, ¿te has quedado atrapado en lo posible o en lo imposible?

Resulta muy necesario meditar cuál es el camino que has tomado para alcanzar tus deseos.

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