Está demostrado que el etiquetado frontal de advertencia es una forma efectiva de promover el consumo de una dieta más saludable y no hay mejor momento que hacerlo ahora, para volver a una 'normalidad' más sana

Históricamente, en los países de América Latina y el Caribe la obesidad y el sobrepeso han sido subestimados como problemas de salud pública. Sin embargo, ambos muestran una tendencia innegable al incremento en la región.

El sobrepeso y la obesidad, por sí solo ponen a un individuo en mayor riesgo de mortalidad, pero también es parte de un estado de enfermedad progresivo que comienza con un exceso de peso y conduce al desarrollo de enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT), como diabetes tipo 2, hipertensión arterial, cáncer, entre otras. Además, cuanto más pesada es una persona y cuanto más tiempo tiene exceso de peso, mayor es el riesgo de desarrollar y morir de ECNT. 1

En los hombres con obesidad, son 7 veces más propensos a padecer diabetes y en las mujeres 12 veces más, que los adultos de peso normal. 2

La pandemia del exceso de peso, es multifactorial, uno de los principales factores, es la transición alimentaria, de un consumo natural por un ultra-procesamiento de productos alimentarios (los cuales se caracterizan por ser altos en grasa, azúcares, sodio y calorías) junto con bebidas azucaradas. 3,4,5,6

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Específicamente, en México, se estima que más del 58% de la energía total de calorías proviene de productos alimentarios procesados y bebidas azucaradas.7

Lo que, arroja a nuestro país como el primer lugar en venta per cápita de productos alimentarios ultra-procesados y bebidas azucaradas de 13 países latinoamericanos. 8

La evidencia generada demuestra, que esta transición llevó a un aumento de consumo en energía (calorías-kcal), con un incremento per cápita a 580 kcal/día a escala mundial en las últimas décadas.7,9

Aunado a esto, los estilos de vida se han vuelto más sedentarios y por ende una enorme disminución en el gasto de energía. 10,11

Por lo que actualmente, la población es vulnerable a un incremento de obesidad y ECNT. Desde una perspectiva económica, la obesidad se convierte en una preocupación de política pública.1213

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Tradicionalmente, el análisis de costo-beneficio se utilizaba para evaluar las actividades en torno a inversión en infraestructura económica, como carreteras y plantas de energía. Sin embargo es ahora cada vez más aplicado a la toma de decisiones fuera de esta esfera, y es relevante para una política pública, como es el etiquetado frontal de advertencia obligatorio.

Las intervenciones del gobierno para prevenir la obesidad y sus consecuencias para la salud, es asegurar que los consumidores estén informados sobre qué están consumiendo.14 Una estrategia rentable para ayudar a los consumidores a tomar decisiones más saludables e informadas es la implementación de un Sistema de Etiquetado Frontal de Alimentos y Bebidas (SEFAB)15,16

La OMS, ha reconocido que el SEFAB, pueden ayudar a crear ambientes alimentarios más saludables porque son más fácil de entender por los consumidores en todos los niveles de alfabetización. 17

Además, la Organización Panamericana de la Salud (OPS), indicó que la herramienta del etiquetado frontal de advertencia, es una estrategia para la prevención y control del sobrepeso y obesidad.18

En los últimos años, este sistema de etiquetado se ha implementado en diversos países, como una política de nutrición, como es Chile, Uruguay, Ecuador, Reino Unido, Australia, Nueva Zelanda e Israel.19,20,21,22,23,24,25

Con la finalidad de brindar a la población a ayudar a la elección rápida y sencilla en la compra de productos alimentarios ultra-procesados y bebidas azucaradas. 26, 27,28

El análisis de costo-beneficio es la principal metodología utilizada en la evaluación del impacto regulatorio en muchos países. Por ejemplo, los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) consideran que el incluir dicha metodología mejora la eficiencia y efectividad de las regulaciones. 29

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Por lo que en México, a principios de este año, los Comités Consultivos Nacional de Normalización de la Secretaría de Economía y el de Regulación y Fomento Sanitario de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS), aprobaron la modificación a la Norma Oficial Mexicana NOM-051-SCFI/SSA1–2010. Estas nuevas especificaciones para el etiquetado frontal de advertencia, el cual entrará en vigor el 1 de octubre, obligará a la industria alimentaria en colocar octógonos de color negro de advertencia, a los productos alimentarios y bebidas con exceso en ingredientes críticos (grasas, azúcares, sodio, grasas trans), de acuerdo al perfil de la OPS.

Esta modificación, responde a la actual epidemia de obesidad y diabetes de México, ayuda a la población a elegir alimentos y bebidas más saludables. En consecuencia, transforma los patrones de consumo entre los consumidores, lo que resulta en una comunidad más saludable. En economía, se extrapola en menos costos de atención médica, menos ausencias laborales, mayor productividad.30

En otras palabras, invertir en la prevención y control de la obesidad, conforme a una regulación en políticas públicas, como es, la herramienta del etiquetado frontal de advertencia, orienta a consumir una dieta más saludable y es una inversión beneficiosa a nivel gobierno e individual. Y no hay mejor momento para hacerlo que ahora, ya que el país comienza la lucha para volver a una situación saludable.

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