La dieta keto es la más buscada en el mundo, pero eso no significa que sea el mejor régimen alimenticio

El término más buscado en Google el año pasado respecto a regímenes alimenticios fue “dieta keto”. No se trata de ninguna sorpresa: celebridades como las hermanas Kardashian y Vanessa Hudgens han presumido en redes sociales los beneficios de llevar una dieta cetogénica, además de la publicación de decenas de blogs y libros con recetas y recomendaciones para empezar con la dieta de moda.

Aunque su popularidad resulta incuestionable, su eficacia y los beneficios que reporta para la salud han sido puestos en tela de juicio por médicos y nutriólogos. En esta ocasión, la doctora Raquel Valenzuela Argüelles, nutrióloga de la Dirección General del Deporte Universitario en la UNAM, advirtió del riesgo que conllevan la dieta keto y el ayuno intermitente.

¿Qué es la dieta keto?

La lógica detrás de este régimen alimenticio es sencilla: se trata de eliminar los carbohidratos y privilegiar el consumo de grasas buenas y proteínas para provocar un déficit de glucosa y por lo tanto, quemar grasa. 

En el papel, la misión de la dieta keto es en generar una situación continua de cetosis, un estado en el que a falta de carbohidratos, el organismo descompone las grasas para obtener energía; sin embargo, este estado puede llevar al organismo a perder líquidos, masa muscular y tejido magro.

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El efecto diabetes: pérdida de musculatura

A través de un comunicado, la nutrióloga encargada de la evaluación morfofuncional de Medicina del Deporte de la UNAM, aseguró que contrario a la opinión popular, en la dieta keto no sólo se queman las grasas como reservas de energía, sino también las proteínas que forman los músculos: “para que el cuerpo esté bien nutrido, primero se deben cubrir los requerimientos de energía, si no es así, el organismo echará mano de las proteínas, pero no sólo las que se ingieren en la comida, sino las que están en los músculos”.

“Dietas como la keto producen un efecto similar al que experimenta una persona diabética, que carece de la glucosa necesaria para llevar a las células. Como no hay carbohidratos, tampoco hay glucosa, y esto crea un efecto en el metabolismo llamado ‘cetosis’, mediante el cual el organismo produce acetona y sus compuestos derivados”, aseguró la nutrióloga.

Dieta keto: otros estragos para la salud

Valenzuela Argüelles también señaló que los regímenes alimenticios hiperprotéicos (que privilegian el consumo de proteínas, como la dieta cetogénica) pueden detonar el riesgo de aumentar los niveles de ácido úrico, colesterol y triglicéridos:

“Estas dietas no promueven buenos hábitos de alimentación, que debería ser el objetivo a largo plazo, porque no se llevan a cabo por periodos prolongados. Pueden propiciar la pérdida de peso, pero no se pierde grasa, sino líquidos, masa muscular o tejido magro”.

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Respecto al ayuno intermitente, otro régimen altamente popular que consiste en mantenerse sin ingerir alimentos por horas o días, la nutrióloga también desestimó su efectividad y sobre todo, alertó de las sustancias tóxicas y reacciones químicas que se producen cuando el organismo entra en un estado de estrés al que es sometido con el ayuno.

 Además, reiteró que en ambas dietas, el objetivo es disminuir el metabolismo: “en suma, el ayuno intermitente y la dieta keto no son sostenibles; es decir, no cumplen con el propósito de crear buenos hábitos de alimentación. Además, si se habla de costo-beneficio, también es importante prever el efecto rebote”.

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La salud ante todo

La recomendación de Valenzuela Argüelles es acudir con un experto para realizar una evaluación global de la salud y a partir de ello, realizar un plan de alimentación seguro, eficaz y sobre todo, orientado al bienestar, no sólo guiado por una cuestión estética:

La dieta cetogénica y el ayuno no toman en cuenta el estado de salud (si una persona es diabética, hipertensa, o padece alguna alteración, como síndrome metabólico), y se corre el riesgo de agravar algún padecimiento. Un especialista sabe que el objetivo principal es disminuir la grasa del tejido adiposo, no sólo bajar de peso por vanidad. Se busca también la salud, por lo que el tratamiento dietético y el ejercicio siempre tendrán que ir unidos”, finalizó.