¿Cuál es la frecuencia idónea para ser felices? La respuesta es más sencilla que solo creer que es por tener poco o mucho sexo. Entérate.

Un error primario transmitido durante generaciones enteras, que ha provocado divorcios, depresiones y suicidios es creer que mientras más sexo tengas en tu relación, más potente demostrarás que eres. Esto constituye un buen porcentaje de las consultas a los sexólogos. 

Esto es muy cierto en los conejos, pero nosotros no lo somos y tampoco tenemos sexo exclusivamente con fines reproductivos, por más que el crecimiento demográfico haga creer lo contrario, Pero, ¿cómo saber si el ritmo en que tienes relaciones sexuales es normal o denota problemas de funcionamiento en la relación?

La fisiología del sexo

Las relaciones sexuales no son como las medicinas, que tienes que tomar con horario, ni usarse como la fórmula al tener poco sexo.

De cara a esta verdad fisiológica, el reducir el ritmo de las relaciones sexuales a deshoras suele interpretarse como un signo inequívoco de que los hombres están perdiendo virilidad y las mujeres se están volviendo frígidas, o en el mejor de los casos, que ambos están desinteresados en el sexo.

Con toda la información que se ha desatado con respecto al sexo, tenemos mayores oportunidades no sólo de compararnos con los demás, sino de equipararse con un rival aterrador: las estadísticas. Si éstas indican que el ritmo normal de actividad sexual de una pareja saludable es, digamos, de cuatro veces por semana, y tú con trabajos llegas a tres, te sientes fuera de las estadísticas y por lo tanto, anormal.

Recuerda que las relaciones sexuales no son como las medicinas que tienes que tomar con horario, cada doce horas, durante una semana. El amor debe ser espontáneo y libre; cuando hay deseos, perfecto, pero cuando no, no debería haber motivo para asustarse.

Sentimientos y relaciones sexuales

El hecho de vivir diferentes etapas del amor, en las que a veces tienes poco sexo, no significa que estés perdiendo potencia.

 

El hecho de vivir diferentes etapas del amor no significa que estés perdiendo potencia. Lo que sucede es que pasas por ciclos biológicos y psicológicos, durante los cuales tu capacidad sexual sube y baja debido a las hormonas, el estrés, a la alimentación, todo aquello que contribuya a recordarte que eres un hombre moderno, que vive en un planeta enloquecido.

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Lo cierto es que al inicio, cuando la relación está muy nueva, el enamoramiento y la pasión física están en su punto más alto. Conforme pasa el tiempo y las ansias se van calmando, el enamoramiento, la relación va tomando su ritmo, el amor se va haciendo más sólido y la pasión baja unos puntos, sin que por eso pierda su encanto. Antes era pasión con ansias; ahora, es pasión con el conocimiento de que tienen todo el tiempo del mundo y toda la vida para disfrutarse.

El ritmo del sexo en las relaciones

No se puede medir el amor que existe entre una pareja basándonos en la periodicidad de sus encuentros sexuales, por la simple y sencilla razón de que el deseo sexual depende no depende de tener mucho o poco sexo, y de muchos otros factores además del emocional.

La sexualidad no es sólo cuestión de frecuencia. No se puede medir el amor que existe entre una pareja basándonos en la periodicidad de sus encuentros sexuales, por la simple y sencilla razón de que el deseo sexual depende de muchísimos otros factores además del emocional. A lo mejor la pareja está atravesando una época tensa, o de mucho estudio o trabajo, o de problemas, y no están lo bastante relajados como para hacer el amor; a lo mejor se quieren muchísimo, pero sus niveles hormonales andan bajos; o sus cuerpos han descubierto su frecuencia sexual ideal antes de que sus mentes lo registren.

Cada pareja establece su ritmo tomando en cuenta las circunstancias de su vida diaria, sus propias necesidades sexuales y sus ritmos biológicos. Si esas veces que tienen relaciones, sean muchas o pocas, son satisfactorias
para ambos, la frecuencia pierde relevancia. Recuerda: no es la cantidad, sino la calidad, y que ambos estén
de acuerdo con ello.

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