¿Quieres dejar de sufrir con las toallas sanitarias? La copa menstrual es la solución, te decimos por qué y cómo elegir la adecuada para ti

¿Cansada de gastar y gastar en toallas sanitarias? ¿Vives con el miedo de “mancharte” cuando estás en tus días? La solución a tus miedos ha llegado, se trata de la copa menstrual.

¿Qué es la copa menstrual?

Como su nombre lo dice, es una pequeña copa hecha de silicona o goma de látex. A diferencia de la toalla y el tampón, esta maravilla atrapa y recoge la menstruación, no la absorbe.

¿Cómo se utiliza?

Es momento de que te olvides de las complicaciones de una toalla sanitaria, usar la copa es muy fácil. Solo debes doblar en dos la copa e introducirla en tu vagina, como si fuera un tampón. Al estar dentro de la vagina, la copa se expandirá, quedará sellada contra las paredes vaginales, así se evita el riesgo de un accidente. El flujo de sangre se depositará en la copita.

La copa menstrual la puedes utilizar hasta por 12 horas, dependiendo qué tan abundante sea el flujo, y lo puedes reutilizar. Lo único que debes hacer es vaciar el contenido y lavarla perfectamente. Para desinfectarla, la puedes dejar en agua caliente durante 15 minutos aproximadamente.

Si te preocupa el grado de dificultad para tener relaciones sexuales, tienes que saber que hay modelos diseñados para que pueda haber penetración y tu novio ni lo note. Obvio tampoco habrá manchones.

Qué tamaño elegir

Es importante considerar que el tamaño de la copa menstrual no lo debes elegir basándote en la cantidad de flujo, ya que lo que cambia es el diámetro de la copa.

Copa menstrual chica: Si eres menor de 18 años, y no has tenido relaciones sexuales con penetración.

Copa menstrual pequeña: Si aún no has tenido parto natural y tienes menos de 30 años.

Copa menstrual grande: Si ya tuviste un parto natural y tienes más de 30 años.

Si crees que eres apta para utilizarla, haz la prueba. No te arrepentirás. Además ayudas al medio ambiente, pues dejarás de contaminar con tanta toalla sanitaria.

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