La mejor forma para prevenir el suicidio es entender que lo que realmente quieres es terminar con tu sufrimiento, no con tu vida. Aquí las herramientas para lograrlo.

El suicidio es un problema de salud pública de gran relevancia, que en los últimos cinco años ha crecido de manera alarmante en nuestro país. De ahí la importancia de tomar acción para prevenir el suicidio.

Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el suicidio se ha posicionado entre las diez causas más frecuentes de muerte entre los mexicanos de 10 a 44 años de edad. 

Reconocer los síntomas de la depresión es crucial para actuar en consecuencia y prevenir el suicidio.

Reconocer los síntomas de depresión y ansiedad es crucial para actuar en consecuencia y prevenir el suicidio. Las personas que  sufren ideas suicidas no están solas. Si eres una de ellas, te compartimos algunos consejos prácticos de expertos en salud mental, que pueden ayudarte a entender mejor tu situación y recuperar tu calidad de vida. 

1. Identifica tus síntomas para prevenir el suicidio

El punto de partida para prevenir el suicidio es reconocer qué es lo que te está pasando. Contesta las siguientes preguntas

  • ¿Has perdido el apetito en los últimos meses?
  • ¿Tu rutina de sueño se ha visto alterada?
  • ¿Has perdido el interés en tus hobbies, escuela o el trabajo?
  • ¿Has incrementado el consumo de alcohol u otras drogas recreativas?
  • ¿Te sientes profundamente solo y/o angustiado?
  • ¿Te ves envuelto en espirales de pensamientos negativos que parecen no tener fin?
  • ¿Estás sufriendo de ansiedad o depresión?

No te avergüences de lo que estás sintiendo, no te sientas culpable, no eres una persona débil o inmadura. La ideación suicida es la expresión más extrema de la depresión y ansiedad y es un problema serio que debes atender.

El punto de partida para prevenir el suicidio es reconocer lo que te está pasando.

“La tristeza es un síntoma y aparece de manera normal cuando atravesamos una situación difícil. La depresión es una condición médica que de no recibir tratamiento puede prolongarse por años y tener efectos irreversibles en el funcionamiento cerebral”, apunta la doctora Ishtar Fuentes, especialista en psiquiatría del Instituto de Neurología, Neurocirugía y Enfermedad Cerebrovascular, I.A.P (INNECeV).

2. ¿Has pasado por esto previamente? 

“La mayoría de las enfermedades mentales, como la depresión y la ansiedad, inician cuando somos niños o jóvenes. Al comenzar un tratamiento puntual para atender las causas que te están llevando a pensar en el suicidio es importante hacer un recuento de cómo funciona tu dinámica familiar. Checa si alguna vez te has autolesionado y la manera en la que la tolerancia a la frustración y la regulación emocional han funcionado en otras etapas de tu vida”, señala el doctor César Velázquez, especialista en paidopsiquiatría del Instituto de Neurología, Neurocirugía y Enfermedad Cerebrovascular, I.A.P (INNECeV).

Sé honesto al recordar los eventos traumáticos que te han sucedido en el pasado, ya que éstos pueden tener un efecto más importante del que estimas en la situación por la que estás pasando ahora mismo. 

3. Reconoce lo que te hace daño para prevenir el suicidio 

A tu alrededor pueden existir diversos factores asociados a la soledad, desesperación y angustia que estás experimentado. Es necesario que te des la oportunidad de descubrir cómo te hacen sentir las personas y circunstancias con las que convives diariamente. 

Analiza la interacción con tus padres para prevenir el suicidio, el lugar donde vives, etc. y asume la responsabilidad de cortar lo que provoca las emociones negativas. 

Analiza la interacción con tus padres, familiares, amigos, jefes o profesores, compañeros de escuela o trabajo, con el lugar donde vives, las sustancias que consumes y asume la responsabilidad de cortar los lazos que provocan o agudizan las emociones negativas que estás viviendo. 

Desprenderse de las relaciones tóxicas es un proceso que requiere disciplina; no tengas miedo, la única relación indispensable en tu vida es la que llevas contigo mismo. Los cambios son un proceso, celebra y reconoce tus avances aunque te parezcan pequeños, un paso a la vez. 

4. Platícalo con alguien de confianza 

Para prevenir el suicidio es necesario que te des la oportunidad de compartir con alguien lo que sientes.

Para prevenir el suicidio es necesario que te des la oportunidad de compartir con alguien lo que sientes. No necesariamente tiene que ser un familiar o amigo. Puedes encontrar un profesional con la experiencia necesaria para apoyarte: un médico, psicólogo, consejero espiritual o grupo de apoyo. 

Esto te permitirá entender que lo que quieres terminar es con el sufrimiento que estás experimentando, no con tu vida. Así que recuerda: llegar al suicidio es evitable. Tras la ansiedad y la depresión, hay esperanza. 

«Si estás pasando por una etapa de ideación suicida no sientas vergüenza de hablarlo abiertamente, lo más importante que debes saber es que no estás solo y que tienes la capacidad para llevar a cabo los cambios y medidas que te ayuden a sanar y te permitan seguir adelante con tu vida”, apunta la doctora Anel Carrillo, especialista en neuropsicología del Instituto de Neurología, Neurocirugía y Enfermedad Cerebrovascular, I.A.P (INNECeV).

5. Date la oportunidad de descubrir cosas nuevas

Una manera eficiente de hacer frente a la secuencia de pensamientos depresivos que te llevan a la ideación suicida es darte la oportunidad de descubrir nuevas actividades, espacios y personas. 

Si no tienes dinero, no te preocupes, no es necesario gastar; siempre existen algunas alternativas gratuitas como clubes de lectura, coros comunitarios, grupos de corredores o clases gratuitas de baile y otras actividades que se organizan en parques y plazas públicas. 

Recuerda que todas las emociones son pasajeras. Adquirir el hábito de salir a caminar, hacer un poco de ejercicio o hablar con personas nuevas te será muy útil para hacer frente a las emociones negativas. 

6. Aprende a romper la secuencia de pensamientos depresivos 

“Los pensamientos depresivos se vuelven un vicio. Si te dejas llevar llegas a un punto donde no puedes parar haciendo el abismo cada vez más profundo”, comparte Alberto N., de 34 años, sobreviviente de la depresión y el intento de suicidio. 

Desarrollar hábitos positivos para romper la secuencia de pensamientos depresivos se convertirá en tu kit de primeros auxilios para hacer frente a la ideación suicida. 

Es crucial que aprendas a reconocer esos pensamientos negativos con honestidad, pues eventualmente seguirán llegando a tu mente para detonar esas espirales que te atrapan. Sin embargo, serán menos frecuentes y profundos en la medida que recurras a nuevos ambientes, gustos y actividades para neutralizarlos. 

“A 4 años de mi intento de suicidio vivo una vida diferente; dejé la ciudad, regresé a un trabajo que me hacía feliz, me mudé a la playa y decidí nunca más anteponer las necesidades emocionales de otros a las mías. 

A veces los pensamientos depresivos llegan de pronto, pero me doy cuenta de todo lo que he hecho por mí mismo para cambiar mi vida y la felicidad que siento por ello hace que no me afecten como antes. Lo mejor que hice fue asumir la responsabilidad de mi salud mental y  cortar de tajo con lo que me hacía daño, dejar atrás el entorno que me hacía sufrir tanto al grado de querer acabar con mi vida. Pasar por lo que pasé me hizo darme cuenta de que la única felicidad de la que soy responsable es la mía”, concluye Alberto N. 

Hay esperanza para comprender tu depresión, aprender de ella y continuar con tu vida.

Si estás pensando seriamente en el suicidio necesitas ayuda urgente. Acércate a la Línea de Vida (800 911 2000) del gobierno federal o vía WhatsApp a la consejería en psiquiatría y neuropsicología del Instituto de Neurología, Neurocirugía y Enfermedad Cerebrovascular, I.A.P —INNECeV— (442 227 5067) para recibir orientación sin costo. 

También te puede interesar: Día Mundial de la Prevención del Suicidio: ¿Por qué los adultos jóvenes se quitan la vida y cómo evitarlo?